[EEC] Capítulo 1: El Tejedor de Sueños.

Por fin el primer capítulo de la nueva historia. Sinceramente, creo que quedó raro… a ver si encuentro la forma de haceroslo menos confuso. Por lo pronto, añadiré guiones —— para marcar el inicio y fin de la historia. Los otros separadores ~ son para separar texto dentro del mismo capítulo (espero haberme explicado)

Gracias por leer, espero os guste 😉

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[El Escritor:  La historia de un tejedor de sueños.]

Capítulo 1: El Tejedor de Sueños.

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Tomé un cuaderno, una pluma, y comenzé a escribir. Había una idea clara en mi mente, pero no tenía las palabras para expresarla, así que me permití soltar ideas sin sentido. Divagué entre lo que quería hacer y lo que estaba haciendo… al final, la inspiración llegó a mi y empezé el texto…

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– ¿Mami? –

– ¿Sí? –

– ¿De qué planeta vienen los escritores? –

– ¿Por qué lo preguntas? –

– Oh, por nada Mami –

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El pequeño observó a su madre por un último instante esa noche y recordó el cuento que ella acababa de leer para él. Era un cuento lleno de colores, de vida, magia y alegría. Un cuento perfecto para antes de dormir, un cuento que invitaba a la imaginación.

Él, cerró los ojos para viajar al país de los sueños y no despertar hasta la mañana siguiente.

Una gran mancha de colores comenzó a dibujarse tenue en algún punto de la visión, el pequeño parpadeó hasta que los colores comenzaron a tener sentido y cobrar forma. Esta noche, estaba parado sobre una hermosa pradera inmensa. Árboles y arbustos se extendían por todos lados cubriendo hasta el horizonte. Todo estaba cubierto por una suave luz y un cálido sentimiento de tranquilidad.

Nuestro amigo caminó lentamente por la pradera, observando cuidadosamente cada detalle de su entorno, y esperando cualquier cosa que pudiese suceder esta noche en sus sueños.

Mientras caminaba, recordó la parte obscura y lejana de la cual siempre se mantenía alejado. Alguna vez escuchó decir a un Centauro que en esa parte se cocinaban las historias desconocidas por la mente infantil. La curiosidad invadió la mente del niño, pero no desvió su camino.

Una figura comenzó a dibujarse a unos metros de su posición; era un joven delgado, no muy alto y con facciones similares al pequeño.

– ¡Hola! – dijo

– ¡Hola! – respondió cortesmente el niño.

El joven comenzó a trazar una serie de círculos con la mano, mientras el cielo adquiría una tonalidad naranja. Un par de saltos y piruetas adornaron el espectáculo de luz, que deleitaba al infante.

– Bienvenido, esta noche los sueños se hacen a tu medida. Con hilo de imaginación, tela de deseos, aguja de anhelo y estambre de esperanza, podrás tejer conmigo todo lo que desees. Podrás viajar, permanecer, hacer o deshacer. Sonreír o llorar, alegrarte o enojarte. Todo en esta tierra es posible, porque tú así lo has decidido. Bienvenido seas, a la tierra de El Tejedor de Sueños –

Una sonrisa apareció en el rostro del pequeñito, mientras lentamente abría sus ojos. El Sol se asomaba por su ventana, y su madre abría la puerta de su recámara mientras tarareaba suavemente una melodía.

– ¡Buenos dias Mami! – dijo él

– Muy buenos dias mi pequeño -respondió ella

– ¿Mami? –

– ¿Sí cariñito azucarado? –

– ¿Puedo ser yo un escritor? –

– Tú puedes ser lo que tu quieras –

El pequeño sonrió y miró por su ventana, listo para comenzar un nuevo día.

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Leí y releí lo que acababa de escribir, tras pensarlo mucho decidí archivar esas líneas. No estaba satisfecho, no era lo que yo quería plasmar en esa hoja. Quizá en otra ocasión tendría tiempo de corregirla. Si algún día quiero ser escritor, debo tener más confianza, debo dejar fluir mis ideas en el momento en que nacen, y no esperar para liberarlas.

Observé mi reloj, y me permití escribir otra historia distinta…

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~ Alfred ~