Justamente: Esta noche… [Fuego]
Recuerdo # 01027091
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Extraño es pensar que os he contado cosas de mi vida, pero en realidad no les he dicho nada. Extraño es pensar que os he relatado al calor de esta fogata unos pocos hilos sin hilvanar del carrete infinito de un algo. Bien es cierto que mi vida no ha acabado y seguramente no sea el momento de que culmine.
Pero acaso alguien aquí tiene la menor idea de ¿cuándo inició?. Seguramente no. Yo mismo dudo a veces sobre mis orígenes y mi fin. Pero hoy, todos mis recuerdos acuden claros a mi mente, luminosos cual llamarada incandescente.
Soy el Elemental de Fuego, nacido en las mismas forjas de lo que los mortales llaman infierno. Inexistente en realidad, solo una fantasía de las creencias paganas. Sí, esos mismos cuentos que alguna vez los juglares cantaban para entretener a la gente, y que hoy día son pilares de la humanidad misma.
Pocos seres saben la realidad y sobreviven para siquiera tener recuerdo de ello… ya no digamos contarlo.
La evolución de nuestras fuerzas va cambiando el entorno, hasta que nos damos cuenta que en realidad cada segundo ya ha cambiado todo y nada del pasado volverá.
¿Y bien? Hace unos minutos os insité a preguntarme todo… pero nadie se ha atrevido a decir nada. ¡Já! ¿Acaso sois cobardes? O en realidad… ¿no os interesa saber de mi? Sería una idea irreverie, pues de no estar interesados ni siquiera os habríais molestado en seguir mi camino.
Oh, una mano alzada… no… no pequeña, no te molestes se que en realidad preguntarás el significado de la palabra irreverie. Y la verdad es que no significa nada, me ha nacido cual fuego espontáneo.
Pero basta de palabrerías… hoy mis recuerdos están vívidos por cortesía de la gran estrella roja, esa estrella que durante toda la eternidad ha guiado mi corazón, mis instintos y me ha llenado de sabiduría.
Algunos de los otros Elementales siempre le llamaron «Ignis Istar». Pero para mí siemre ha estado claro que no puedes llamar Ignis a una estrella. Porque ignis es fuego, y ella… es una ella.
Sí… tal como escuchan mis queridos aprendices. Estoy refiriéndome a una estrella como una ente. Y déjenme deciros que en algún tiempo lo fue.
Esta noche, tibia y suave noche, brilla más que nunca y me llama. Me llama a su lado, pero a la vez llora porque sabe que no es mi tiempo. Todavía no he terminado mi legado detrás del suyo.
Quien desee recuperar energías puede irse a dormir. Los que no sientan los susurros del sueño, podeis quedaros a mi lado para escuchar la siguiente historia…
Apenas era yo un crío con no más de 50 años de edad. Para vosotros podría parecer ya toda una vida, pero para nosotros los Elementales no es siquiera el comienzo de una era. Déjenme decirles que nací sin más. No hace falta explicar mucho para deciros que no tengo que explicar nada. Solo nací.
Como Elemental de fuego, provengo del mismísimo núcleo de la Tierra. Ahí donde se caldean los destinos de todos ustedes, ahí donde la palabra frío no existe… ahí donde nacieron las verdaderas lenguas que hoy día ya no se hablan… en el mismo lugar donde se forjan las almas de los volcanes y la energía del Sol.
– Se acerca el inicio de tu fin, Istar – dijo Diëpolnane; el Forjador Estelar.
– Lo sé. – respondió ella con una solemnidad que habría tenido la capacidad de congelar nuestra forja.
– ¿Tienes ya algo en mente? – añadió el forjador.
– Algo más que algo, y no menos que un todo. – sentenció ella.
Os preguntareis quienes son ellos ¿verdad?. Bien, os diré:
Diëpolnane, es uno de los inmortales creadores de vida en el lugar del cual provengo. Algunos lo llaman «herrero» otros lo veneran con el título de «Maestro». Yo, lo he bautizado con el mote de «Forjador Estelar». Él le da vida a las estrellas, antes de que lo sean. Él da forma a los deseos y caprichos de los Elementales, él nos dá la vida sin ser igual a nosotros, ni más que nosotros.
Istar… perdón, la señorita Istar. Mi mentora, mi maestra, mi guía eterna. La primera Elemental de Fuego. Notareis que le tengo en un gran concepto y bajo una gran estima, un cariño más allá de lo que sienten los humanos. A eso es lo que yo le llamo «respeto y admiración». Vosotros los humanos confundís constantemente la admiración con el enamoramiento.
Originalmente, los Elementales no tenemos sentimientos, pues somos fuerzas naturales destinadas al equilibrio de la misma Tierra, de nuestra vida. Pero con el paso de los siglos, tras dominar nuestras habilidades y buscar más allá… habemos los que en vez de buscar más poder, aprendemos de los humanos, aprendemos a sentir, aprendemos empatía… y otras cosas de las que no hablaré.
Regresando a mi explicación: La señorita Istar fue aquella que pensó en mi por primera vez, aquella que dió las indicaciones al Forjador Estelar para mi nacimiento, aquella que virtió su energía Elemental en mi núcleo para permitirme tener un primer aliento. Aquella que vió mis primeros pasos y me enseñó a correr sin saber caminar, a volar sin tener alas… pero a dominar mis pasos para no tropezar y a fijar mi curso para no fallar.
– Señorita Istar, espero instrucciones – dijo el Forjador – no demore demasiado, o el calor destruirá el producto… –
– Resiste Diëpolnane, se bien lo que quiero – contestó ella sin pestañear siquiera.
El Maestro herrero continuó deteniendo con fiereza sus Luaris (similares a lo que vosotros conoceis como lanzas, útiles para retener artículos en fundición sin perder su escencia). El sudor, (antes desconocido para él) escurría por su frente. La señorita Istar se estaba arriesgando mucho con tanto tiempo dentro del horno… ningún experimento anterior había superado más de 5 minutos en la forja principal, y este llevaba más de 30 ya.
– Señorita Istar, le repito que… – dijo entrecortadamente el maestro.
– ¡Te dije que resistieras! – respondió ella con un dejo de molestia en su voz.
– Nnnn… no podrrré más señorittta… esto va a estallar en mi esecencia – dijo dificultosamente.
– ¡Déjamelo a mi! – se quejó ella mientras empujaba al maestro y tomaba ella los Luaris.
– ¡No! ¡Señorita Istar, podría mor…! – gritó el forjador…
Demasiado tarde.
Una vorágine de fuego comenzó a emanar de ese núcleo. Algo más que un tornado se formó y empezó a absorber la energía de todo a su entorno.
La señorita Istar concentró todo su poder en sus manos y transmitió la materia de las Luaris a sí misma. Ahora sus brazos estaban en contacto con el núcleo.
~ Alfred ~
Wow!
he de decir: wow!!
Me atrapó, es el primer capítulo que leo de esta historia y es impresionante!
Istar me recuerda a esas personas que nos marcan por su forma de hablar/ser/ver la vida.
Y el elemental del fuego: tan poderoso y tan fragil al inicio.
Cómo haces para mezclar eso??
Yo le doy 10 de 5 hahahaha.
Ilse.
¡Muchas gracias por leer Ilse!
Tu comentario empapa mi ego más que el huracán Alex a los Regios. (XD)
Para mezclar lo que quieres, necesitas solo una Licualfredora. 🙂
:$
😛
¡Magnífico!
I want more plz!!
🙂
Gracias… sin palabras por sus comentarios.
Aprovecho para comentar lo siguiente, externo a la entrada:
Quizá… solo quizá sea el mejor capítulo hasta ahora de Elementalia. No estoy seguro, eso lo deciden mis lectores.
Sin embargo, para los que leyeron los anteriores episodios, notarán que hay un gran cambio.
Hace menos de una semana, decidí descontinuar la historia de Elementalia, pues carecía de sentido… y no tanto hablando de «realismo» sino de un rumbo fijo. Tuve una idea, y se me salió de las manos. Dejé capítulos sueltos por aquí y por allá revolviendo a los lectores con tomas que no debí sacar a la luz aun.
Sin embargo, gracias a 2 personas, me he permitido darle una nueva oportunidad a la historia. Lo bueno es que mi idea sigue plasmada en mis borradores secretos (XD) y bueno… he aquí el primer paso.
¡Muchas gracias a todos los que leen este blog!
Y más aun, a los que comentan. Recuerden que no todo es halagar al escritor en crecimiento, también en caso de ser necesario, la crítica debe ser una obligación para que crezca 😀
Sinceramente: Alfred.
uuuju!
esperemos más constancia en esta historia! XD y en todas me gustó mucho! aunque siento le falta más acción!!!!
//Violence mode on:
zwaaaaaa, pum kuas, chazzz kroooomm!!!
XD
¿Así o más acción? 😛
Gracias por leer, se paciente y tendrás lo que quieres n_n
Vos sabés mejor que nadie lo que pienso de esta historia, además cada que la leo me da mucha emociòn por saber que sigue. Como sea, en este capítulo sólo puedo mencionar que cuide más la estructura de sus ideas, que le de una revisadita y cheque algunas faltas de ortografía, unas comas y cosas así, pero de ahí está genial.
Pues recibí un comentario suyo de la misma, pero me quedé esperando 😛
Definitivamente necesito un corrector ortográfico humano, porque a mi se me siguen escapando detallines 🙂
Agradezco se tome usted su tiempo para pasar a tierras de mortales, señorita.
WOOOOOOOOOOOOO!!!!! es una historia bastante buena, aunque supongo que reflejas un poco de expresion neutral hacia ese elemental de Fuego, mmmmmm… interesante…. sin una explicación más de la que va acompañando al protagonista…. pero hay datos de lo más interesantes!!!
y Tu elemental de fuego parece ser más bien un Genio de la cultura musulmana 8]!!!!!
Já! 😀
Muchas gracias por leer Arterma ^^
Me da mucho gusto que te haya gustado 🙂
Por cierto, me tomé la libertad de suscribirte al blog, espero no te moleste 😀
No tranquilo^_^ mientras no sepas mi identidad secreta todo bien 😀 (supongo que lo debes de encontrar algo tonto jeje, pero me gusta mantener el suspense aunque sea por poco tiempo)
Además es interesante ver otras maneras de relatar historias i personajes distintos a los predeterminados, supongo que…
Elementalia es el principio de una gran gran historia…
y Plantea que la vida como elemental de fuego es muy larga( o tal vez no :S)
…. mmmmmmmmmmm… es una historia ambigua que plantea sus dudas al espectador sobre lo que ocurrirà…
Ohhhh, ¿identidad secreta?
:O
Tengo curiosidad 😀
No te preocupes, y sí, tienes mucha razón: el Elemental de fuego tiene una vida larguísima 😀
Gracias por leer 😀
[…] Tras meses de peticiones por parte de Eritia y Asiul, además de estar revisando la historia original, las ideas y capítulos guardados en borrador, la historia Elementalia regresa a la escena. Con su “Primer” capítulo, narra la creación del Elemental de Fuego… todo acontece, gracias a Ignis Istar […]
Yey! Esto comienza a parecerme una emocionante mezcla entre «El silmarillion» y «Star Wars»!!!
¿Por qué se te ocurrieron esos elementos para la mezcla?